Uso vs. Diseño

Acá un cómico ejemplo de como la frecuencia de uso es fundamental en la usabilidad de los productos y puede romper algunos design systems

Flo Ferreyra
3 min readNov 19, 2020

El problema

Cada vez que intento apagar la alarma del timer en el iphone, cliqueo en el botón de repetir en vez de cliquear en el botón de parar, entonces el timer vuelve a correr.

Tras repetir el error una y otra vez a pesar de ser conciente de que muchas veces me equivocaba, empece a cuestionarme, por qué cometo ese error; por qué no logro cliquear en el botón amarillo enorme que dice parar.

Un poco de research…

Resulta que las pantallas de la alarma y el timer en IOS tiene el mismo diseño, estructura, colores, etc, pero el botón principal en cada pantalla realiza una acción opuesta.

En la alarma la acción es postergar, lo que es indiscutible porque no queremos que la persona apague sin querer la alarma y no se despierte. Por esta razón en el medio de la pantalla con color amarillo vemos el botón para postergar y abajo como acción secundaria tenemos el parar. Esto sin duda evita varios errores a los usuarios de apagar la alarma medios dormidos.

En el timer la acción es parar, y la acción secundaria es la de repetirla, en el diseño quedan distribuidas exactamente opuestas a como estan en la pantalla de la alarma.

En cada situación esta claro que la acción principal es la correcta o más usada y siguiendo cualquier sistema de diseño los botones principales en una pantalla deberían ir con los mismos componentes, colores y estructura.

Ejemplos de pantallas

Cuando la frecuencia de uso es importante…

Sin embargo, estoy tan acostumbrada a usar la alarma y el funcionamiento de cada botón que no tengo ni que pensar cuando quiero postergarla o apagarla.

Esa frecuencia en el uso de la alarma hace que cada vez que uso el timer por más que quiera apagarlo, algo en mi inconciente va al repetir, en vez de al parar. El diseño es tan homogeneo entre ambas pantallas que mi cerebro inconsientemente no logra cliquear el botón parar, porque diariamente utilizo ese mismo botón para postergar en otra situación.

Este es solo un caso, en los que la frecuencia de uso de una funcionalidad hace que nos equivoquemos al usar otra que tiene exactamente el mismo diseño, los mecanismos de atajos que tiene nuestro cerebro para ahorrar energía y no pensar cada vez que actuamos, hacen que sea importante tener en cuenta la frecuencia de uso de determinados componentes y sus acciones para cuando diseñamos funcionalidades secundarias.

Entender las necesidades de nuestro usuario en las diferentes interacciones que tienen con nuestro producto es escencial, pero con este ejemplo vemos que también es importante analizar las acciones más frecuentes que tienen las personas con nuestro producto.

Asi evitamos generar incongruencias, como en este caso la de los botones que son iguales del punto de vista estético pero realizan acciones totalmente opuestas y logran confundir a los usuarios dentro de un mismo producto cuando utiliza distintas funcionalidades.

¿Tenés algun otro ejemplo como este para compartir?

--

--