Adueñate de tu valor

Este fue el primer aprendizaje que me lleve del taller de networking de BRAVA

Flo Ferreyra
4 min readAug 14, 2020

Hace unas semanas participé de un taller de networking para mujeres dado por BRAVA en Sinergia Campus(Incubadora Sinergia). Realmente una experiencia muy linda que me permitió conectar con más mujeres de rubros muy variados y con una energía excepcional.

En el taller me enamoré de estas dos expresiones “Dime como te presentas y te diré quien eres” y “Adueñate de tu valor”. Estas frases tan potentes me llevaron a reflexionar sobre: ¿Quién quiero ser a la hora de presentarme?, ¿Cuál es mi valor? y ¿Cómo me adueño de mi valor?

Estas respuestas no son estáticas, se irán transformando con el tiempo y a medida que vaya adquiriendo más experiencias, más conocimientos y nuevas habilidades, pero mientras tanto es importante ir adueñándonos de lo que somos hasta ahora.

Pero… ¿cómo nos adueñamos de nuestro valor?

Me propuse realizar un recorrido revisando cuáles fueron las distintas experiencias que fueron marcando y construyendo mis fortalezas, mis habilidades y conocimientos que tengo hasta el momento.

Para esto utilicé un journey map, una herramienta muy utilizada por varias disciplinas como diseño de productos y servicios, diseño de experiencia de usuario y product management, que se enfoca en mapear el recorrido que realiza una persona (user) y visualizar los principales puntos de fricción y oportunidades que se enfrenta el usuario en ese recorrido.

Así que tome esta herramienta y lo enfoque en analizar mi recorrido como profesional, así poder visualizar mis fortalezas, habilidades, apoderarme de este valor y aprovechar la oportunidad para ver hacia donde seguir mi desarrollo. Dividí mi journey en 5 dimensiones que considero que fueron contribuyendo a mi desarrollo profesional/ personal

  • Estudios
  • Trabajos
  • Cursos
  • Otras actividades
  • Viajes

A lo largo de cada dimensión fui agregando las actividades que había realizado ordenadas cronológicamente. El objetivo es visualizar todas las actividades que contribuyeron a mi desarrollo.

Por de bajo de todas las dimensiones realicé una línea, que separa lo visible (las actividades en sí) de lo invisible (lo que me aportaron estas actividades). Para los diseñadores de servicio y/o experiencias pasamos de un simple journey map a un blue print donde mapeamos la capa invisible de un servicio, en este caso el intangible que estas actividades me brindaron.

Esta es de las partes más difíciles pero cuando miramos en retrospectiva siempre hay comportamientos o hábitos que nos damos cuenta de que están relacionados con determinadas actividades

Por último es relacionar esos conocimientos, habilidades, experiencias y formas de pensar que se fueron formando a lo largo de nuestro desarrollo con las habilidades que tenemos en nuestro rol o que queremos alcanzar.

Acá podemos comparar las habilidades que se requieren o que queremos y ver como todo lo anterior se combina con algunas skills más técnicas. Para poner un ejemplo, la típica habilidad que se busca en un rol de liderazgo es “trabajar en equipo”, en general todos consideramos que podemos mejor o peor trabajar y manejar equipos ¿Pero dónde lo aprendimos? ¿Qué tanto nos adueñamos de esa habilidad si no sabemos como lo hacemos? Si claro la experiencia te lo va demostrando pero hacer la retrospectiva nos ayuda a realmente adueñarnos de lo que sabemos y convertirlo en nuestro valor diferencial.

En mi caso siguiendo con el ejemplo de “trabajar en equipo”, yo esta habilidad se lo atribuyo a haber practicado y jugado durante muchos años al handball. El balance de potenciarnos como jugador individualmente pero con el objetivo final de obtener resultados grupales, la confianza, el respeto, el sentimiento de pertenencia, todo eso lo aprendí mucho antes de darme cuenta lo valioso que era.

Así de esta forma es que fui realizando una pequeña retrospectiva, muy personal pero que me ayudara a mapear mi recorrido, valorarlo y adueñarme de las habilidades que fui construyendo a lo largo del tiempo.

Muchas veces podemos llegar a sorprendernos, hay cosas que las podemos tener tan adquiridas que no nos damos cuenta, les restamos importancia y nos enfocamos en las cosas que nos faltan o pensamos que no tenemos.

Pero es importante conocer cuál es nuestro recorrido, valorarlo para poder adueñarnos de él y continuar construyendo sobre ese valor.

A mi me sirvió, es una buena herramienta para ayudar a visualizar nuestras habilidad que a veces son muy valiosas y no las vemos como nuestros diferenciales.

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